La flor del Patujú además de tener una exótica belleza se ha convertido por sus colores en un símbolo de las tierras del oriente. El Patujú es así símbolo de fuerza y coraje, una forma de expresión de la naturaleza que nos invita a defender y respetar el medio ambiente que es nuestro habitad.
Los pueblos indígenas, yuracaré, chimanes, mojeños, guaraníes, chiquitanos que forman parte de la gran diversidad que tiene nuestra hermosa y fértil geografía.
La flor del Patujú está impresa ahora en las banderas blancas que portan los indígenas y habitantes del TIPNIS que se ha levantado exigiendo que el gobierno cumpla con la protección del parque nacional ISIBORO SECURÉ para precautelar la biodiversidad y las culturas que cohabitan en ese paraíso terrenal que es el pulmón que nos permite respirar, gozar de las lluvias que fertilizan nuestros campos.
Los ideales que se encarnaron en la octava marcha indígena de protesta lograron unir a los bolivianos del oriente y occidente sin distinción de clases y colores porque la defensa de nuestro habitad es ya parte de la consciencia del pueblo boliviano.
De esta lucha del TIPNIS que es una propuesta por la VIDA, la FLORA y la FAUNA, nace el PATUJÚ HECHO JOYA COMO HOMENAJE Y ENCARNACIÓN DEL SENTIMIENTO NACIONAL DE PROTEGER NUESTROS RECURSOS.